lunes, 5 de noviembre de 2012

Líneas de tiempo y mapas

Los ojos de la Historia- decía mi viejo profesor recordando a los griegos- son la geografía y la cronología. Así que este artículo va de ojos. La mirada nos puede llevar a la admiración y lo que entra por los ojos, parece que entra mejor.
El capítulo sobre mapas y líneas de tiempo resulta desde el principio muy atrayente. En cuanto a líneas de tiempo, me apresto a colocar una a continuación que puede venir bien para la clase de Arte. Se trata del Renacimiento.Se puede emplear en el contexto de clase de Historia del Arte en 2º curso de Bachillerato, especialmente en la contextualización histórica del momento (Renacimiento). Nos interesa conocer qué acontecimientos o procesos se desarrollan en Occidente en los momentos en que Brunelleschi realizaba sus obras, por ejemplo. Resulta intuitiva y de fácil uso para las personas.Tal vez no resulte ser lo que uno hubiera querido, pero eso también resulta bueno, porque así nos vemos obligados a "mejorarla" según los gustos propios y así cabe la posibilidad de introducir una actividad para aumentar o completar los datos mediante la realización de una línea de tiempo nueva, más ajustada a las probables demandas del momento.



                     
(Lo he tomado en timetoast:  http://www.timetoast.com/timelines/renaissance-timeline--24)

El caso es que, a pesar de todo,  el tema que trata de los ojos de la Historia no entra por los ojos... se queda un poco oscuro. En primer lugar, se ve una gran potencialidad en el uso de mapas a partir de Google, para la elaboración de materiales, especialmente. Por ello será interesante, creo, realizar ese apartado de ampliación sobre cómo hacerlo. Pero como Google ha deshabilitado -se nos dice- la parte que permitía acceder a los mapas de los usuarios, entonces queda un poco en el aire esta parte...
Pero peor ha sido el empleo de las líneas de tiempo, cuya potencialidad no se discute, aunque sí la gran concentración de datos. Si para contar a un neófito qué es el tratamiento de textos se emplea en la explicación una comparativa entre word-perfect, open-access, word, works o lo que sea, entonces se produce un cierto ruido: ¿no sería mejor explicar un tratamiento de textos, olvidando los demás?
Quizá la comparación no vale, y al mostrar tal cantidad de líneas de tiempo se ha querido hacer ver las diferencias y buscar la posibilidad de elección. Pero hubiera preferido que se nos orientase hacia un tipo.
Sin embargo, lo peor ha sido descubrir que algunos de estos programas son de pago, y de buen pago además. Entonces dudo de su utilidad pues si es útil así ¿para qué sirve el pago? Aunque supongo que ocurrirá lo contrario: si es de pago ¿qué potencialidad y utilidad puede tener la versión gratuita?
En definitiva: creo que la multiplicidad de sistemas de líneas de tiempo nos hace ver que el asunto será mejorable en próximos años y por ello no vale gastar demasiado tiempo en ello; así que, desde mi punto de vista, vale más -mientras tanto- profundizar en el tema de los mapas. Pues vamos a ello...



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